Según expertos en publicidad como Thomas O’Guinn:
La publicidad corporativa tiene por propósito primordial el de establecer una actitud favorable hacia una empresa como un todo, no solo hacia una marca específica (O'Guinn 1999: 555-556).
Mantiene sus objetivos bien dirigidos, entre los cuales están el de establecer la imagen de la empresa entre clientes, elevar el estado de ánimo de los empleados, comunicar el punto de vista de la organización sobre temas sociales, políticos y ambientales, además de mejorar la posición de los productos de la compañía frente a la competencia.